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lunes, 21 de julio de 2014

LA CASA ENCENDIDA


Cultura + Solidaridad + Medio ambiente + Educación. 

Estos son los cuatro pilares en los que se asientan algunos hogares sociales que alimentan el alma. Este es el caso de LaCasa Encendida, un espacio cultural en el que te sientes alumbrado por el arte, que a su vez está en armonía con el medio ambiente. Situado en la castiza calle Ronda de Valencia en Madrid, este lugar multidisciplinar acoge a cientos de personas diariamente que se acercan a devorar cultura. Cuando entras en La Casa Encendida pierdes la noción del tiempo, pues hay decenas de actividades en las que puedes participar. Desde presenciar varias exposiciones de diferentes estilos y temáticas en un mismo día, hasta asistir a alguno de los talleres que allí se imparten, como: clases de inglés, informática, audiovisual, etc. También hay conferencias, cine, huerto, conciertos de música... 





Además puedes hacer una parada al mediodía en la cafetería –pues el cuerpo también ha de ser alimentado– y degustar un menú riquísimo muy bien elaborado con productos naturales y de lo más asequible para el bolsillo. En todo momento te encontrarás rodeado de gente con tus mismas inquietudes; los que quieren tener acceso a la cultura desde otra perspectiva, los que no se conforman con aquello que nos programan las altas esferas para tenernos entretenidos y sin cuestionar: “Sólo pan y circo”. Y es que nos llenan horas de televisión con programas circenses de cotilleo intentando embrutecer al pueblo, cuando el saber debería ser de todos como algo necesario para nuestra supervivencia. Pero como la ciudadanía sabe lo que quiere, utilizan estos espacios de alimento para el espíritu donde se entiende que la cultura también puede ser entretenimiento, porque el ocio y el conocimiento pueden ir de la mano. Si buscas un remanso de paz donde poder incluso trabajar –con wifi y tu portátil, dispones de un espacio abierto en el que puedes hasta fumar–, La Casa Encendida es tu sitio. Si te acercas a la tienda de regalos de Mercado Justo puedes llevarte algún recuerdo y…, por las noches La Terraza se convierte en lugar de encuentro donde tomando una copa darás rienda suelta a tu personalidad e imaginación.
Las múltiples actividades que allí se desarrollan tienen un denominador común fiel a sus principios: un contenido profundo y una actitud clara que únicamente pretende: hacer pensar. En La Casa encendida se hace patente que otro mundo es posible.

Este Centro Social y Cultural de Fundación Caja Madrid es abierto y dinámico, y se dan cita desde las expresiones artísticas más vanguardistas, hasta áreas como medio ambiente o solidaridad.
Desde sus comienzos, La Casa Encendida apoya a jóvenes creadores en el desarrollo de sus iniciativas con programas como Emergencias, En Casa o el programa Artistas en Residencia.
Además, La Casa Encendida cuenta con un completo centro de recursos (biblioteca, mediateca, hemeroteca, laboratorio de radio, fotográfico y multimedia) accesible a todos los públicos.
Casi 14 años lleva La institución funcionando. Algunas actividades suelen costar entre 2 o 3€, y las exposiciones son gratuitas.
Obra Social Caja Madrid —como se conoce a la reinversión de los beneficios excedentes de esa caja ahora nacionalizada—, había sido casa de empeños durante mucho tiempo pero querían darle la vuelta del todo. Y, en lugar de guardar los colchones, las mantas, las joyas y los muebles de tantos hogares madrileños desesperados, decidieron convertir ese singular y viejo edificio de Lavapiés en una gran casa de todos, y así ser fieles a su espíritu fundacional filantrópico. Se trata de un espacio de acogida cálido.


Existen varios concursos que ofrece la obra social de Caja Madrid para exprimir el talento de jóvenes creadores españoles en varias disciplinas como: escritores/escritoras, pintores/escultores y artistas inéditos en general. Dotados con premio económico y la posterior exhibición de su obra en pleno centro de Madrid.  

En estos días se está desarrollando la exposición “Inéditos 2014”, –convocatoria de ayudas a proyectos expositivos de arte actual–, Un concurso que se realiza cada año y por el cual hay un programa de ayudas a jóvenes comisarios para la realización de sus proyectos.
Se encuentran divididos en tres salas diferentes y bajo estos títulos: “Be virus, my friend”, “Aprender a caer” y “Crítica de la razón migrante”.
El programa es uno de los pocos de nuestro país que fomenta la inserción de los jóvenes comisarios en los circuitos profesionales, facilitando a los seleccionados la posibilidad de producir su primera exposición y editar un catálogo del conjunto de la muestra, concediéndoles, además, la ayuda de 3.000 euros como honorarios.
Inéditos se ha consolidado como uno de los programas de ayuda al arte joven de referencia en Europa. Durante los últimos años, ha mostrado los trabajos de 35 jóvenes comisarios que, de forma individual o en equipo, han presentado 24 exposiciones que han versado sobre diferentes aspectos del arte contemporáneo.


¿Crees necesario ayudar a artistas jóvenes?

lunes, 14 de julio de 2014

SOLIDARIDAD




La palabra solidaridad proviene del sustantivo latín soliditas, que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza. 

El universo se formó hace catorce mil millones de años y toda la energía estaba comprimida en un único espacio más pequeño que la cabeza de un alfiler. Cuando el Big Bang explosionó, liberó toda esa energía creándose entre otras cosas la humanidad.
Esa cabeza de alfiler es el quid de la cuestión, pues para las diferentes religiones es Dios. Ellas han necesitado poner una imagen y un nombre a ese pequeño espacio de energía, pero para otros se llama sencillamente: Universo y según la primera definición de este post, eso es la solidaridad.

Si la humanidad surgió de esa energía comprimida, todos somos un fragmento del creador y por tanto “Dios está en todas partes”.
La frase “Dios es amor” quiere decir que Dios es un sentimiento. Si cada vez que vemos la palabra Dios escrita la sustituimos por el vocablo “Amor”, no sólo no pierde el sentido de lo que promulgan las sagradas escrituras, sino que además unifica a todas religiones y lo hace inclusivo para el resto de los mortales.
Las millonésimas pequeñas partículas que somos de origen los seres humanos, seguimos intuitivamente buscando al resto de los corpúsculos. Ya que sentimos la necesidad de complementarnos, pues formamos parte de ese todo.
Por eso cuando nos enamoramos, es porque encontramos una de esas briznas que teníamos más cerca cuando fuimos separados abruptamente por la explosión del Big Bang. Este sentimiento de amor que se produce en ese momento en nuestro cuerpo y alma, puede apreciarse incluso físicamente. Eso se debe no sólo a la partícula recuperada, sino al cambio que experimentamos en nosotros mismos cuando estamos con ella.
Algo parecido ocurre cuando llevamos a cabo un acto solidario, porque al hacer el bien a los demás, te lo estás haciendo a ti mismo. De ahí la frase: “Detrás de una buena obra siempre hay un sentimiento más fuerte que la bondad”. Se trata del efecto Boomerang en las leyes del universo: todo es recíproco, cada cosa buena o mala que hacemos nos es devuelta a nosotros mismos. Incluso cuando te autocastigas, no solo te haces daño a ti, sino que el resto de la raza humana lo llega a sentir, porque todos formamos parte de ese conjunto inicial en el que somos uno. De ahí que en la Biblia, Mateo 6:3, dice: “Cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa”.

Sin embargo hoy en día, un acto de solidaridad se confunde con generosidad, caridad, altruismo, mecenazgo…
El psicólogo Clínico Carlos Hidalgo dice:
“llevar a cabo cualquier tipo de labor social entraña muchas ventajas que impactan de forma positiva en la vida de quien lo realiza. Quien es generoso y ayuda sin pensar en lo que va a recibir a cambio (altruismo) obtiene enormes beneficios. De entrada, se siente bien, pues la sensación positiva de poder ayudar es muy gratificante. La gratitud es uno de los valores más importantes que debemos adquirir, pues es una de las actitudes que más pueden cambiar nuestra vida. La gente agradecida suele estar mas cerca de ser feliz y de llevar una vida más plena.”

Y si es tan gratificante ¿porqué no todo el mundo es solidario?, ¿es que hay un perfil del solidario o todos podemos serlo en algún momento?
Nadie nace solidario, la solidaridad se aprende. Es un sentimiento que se va inculcando desde pequeño, en las familias y más tarde en los colegios. Es educacional. Todos los niños y niñas son egoístas por naturaleza, pero es en su entorno donde tienen que aprender a compartir hasta que ellos mismos empiecen a cuestionar los valores capitalistas de la sociedad en la que viven. Cuando se viaja y se conocen otras culturas es cuando las personas comienzan a darse cuenta de lo injusto del mundo que hemos creado. Porque por el simple hecho geográfico de haber nacido en un lugar u otro te puedes encontrar en los grupos de personas más desfavorecidas. Ahí es cuando eres consciente de que cambiarlo está en mano de todos. Porque el mundo está hecho por humanos y tan sólo modificando tu manera de pensar y actuar ya estás colaborando a que el planeta cambie.

En nuestros días, la palabra solidaridad tiene buena reputación y es común escucharla en todas las esferas sociales. Es una palabra indudablemente positiva, que revela interés universal por el bien del prójimo.
Sin embargo cuando vemos una persona que duerme en la calle, ¿porqué no nos la llevamos a nuestra casa? ¿A qué tenemos miedo? Normalmente es a lo desconocido. Así que la mejor manera de erradicar el miedo y el odio es conociendo otros mundos y ayudando a quien lo necesita. De esta manera se acabarían las guerras y la maldad en el universo.
Según la RAE: solidaridad es la adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros.
Según la justicia: solidaridad es el principio que envuelve el deber positivo de todo ciudadano de socorrer a quien se encuentra en una situación de necesidad, con medidas humanitarias. 
Y según otros: es la adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles.
Lo que está claro es que ser solidario es una actitud muy amplia que abarca desde actos de ayuda humanitaria internacional, a pequeñas colaboraciones con personas de tu entorno. Incluso se puede ser solidario con animales y el resto de seres vivos.

 Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en secreto”.
Mateo 6:3.
Sin embargo hoy en día la solidaridad sirve para lavar la cara de empresas y de actores, actrices, escritoras y artistas en general que hacen marketing con su imagen.
Quedémonos en la naturaleza de la definición y seamos solidarios anónimos, ayudando a quien lo necesite, ya sean grandes proyectos o personas individuales.

Aquí os dejo un par de esas causas internacionales para que veáis de qué manera se puede colaborar.


Este artículo forma parte del concurso de posts solidarios de los II Premios al Voluntariado Universitario.