Pablo Álvarez,
editor de profesión y dramaturgo por afición, se atreve con su primera obra de
teatro como autor y director para contar las cosas que le preocupan de su país,
de su trabajo, de su entorno. Este Cordobés de mediana edad, no tiene pelos en
la lengua cuando se trata de gritar a los cuatro vientos que en este país
estamos hartos, que nos están poniendo tan al límite que la gente ya no sabe ni
cómo reinventarse ni en qué reciclarse, mientras que políticos y aristócratas expolian
nuestros recursos, esquilmando los tesoros de todo un pueblo que fenece en el
intento de sobrevivir, mientras los poderosos se lo llevan a manos llenas.
Este obra de
teatro, propone que dejemos de gritar en manifestaciones multitudinarias –donde
nuestra voz sólo sirve para el recurso del pataleo–, y ponernos manos a la
obra para sacar adelante nuestras vidas, utilizando cualquier idea –por descabellada
que parezca– que cada cual pueda liderar. Y cuando ya no te quede nada porque
te hayan arrebatado hasta tu dignidad, en ese momento, vende lo poco que te hayan
dejado, aunque las únicas posesiones que te queden sean tu propio cuerpo.
Así de dura y
sarcástica pero en tono de comedia, plantea este artista –que ya ha hecho las primeras incursiones en el cine– la solución al conflicto actual, con su particular
manera de ver y vivir los momentos convulsos en los que andamos inmersos.
PILAR ORDÓÑEZ: –¿Cómo se te ocurrió
la idea?
PABLO ÁLVAREZ: –Pensando en el
concepto Micro. La vida es micro, los sueldos son micros, nuestros derechos son
micros. Y todo muy guarro, muy porno, en el mal sentido de la palabra. De ahí
llegue al Microporno por dinero y la necesidad micro de hacer algo sencillo me
llevó a cuatro personajes, una casa de material reciclado y…
P. O: –¿Supongo que tu intención era
denunciar el momento actual que estamos viviendo. ¿pero porqué te decidiste por
el teatro, y no, novela, cortos, etc?
P.Á: –Por el momento micro que
vivimos, pensé que en teatro sería más viable.
P. O: –¿Como actriz, me interesa saber cómo hiciste el casting?
P.Á: –Conocía a los actores de su trabajo en Barcelona y pensé en ellos.
P. O: –¿Qué te hizo decidirte por estos actores / ces y no cualquier otros? ¿Qué tenían de especial?
P.Á: –Son actores y actrices curtidos en la improvisación, en el teatro infantil, y me gusta ese tipo de actor que
resuelve al instante.
P.O: –¿Qué método utilizaste a la
hora de dirigir a los actores?
P.Á: –Explico el personaje al actor o
actriz. Qué rol, qué tipo de psicología tiene… Les propongo que escriban un
texto breve sobre sus personajes antes de lo que les ocurre en la obra.
Propongo, veo, escucho y resuelvo. Exijo el texto aprendido para el primer
ensayo, a partir de ahí voy viendo cómo fluye y voy construyendo con propuestas
para los actores. En los primeros ensayos trabajamos la obra entera. No trabajo
escena por escena hasta que no hemos trabajado la obra en su totalidad, después
es más fácil ir puliendo.
P.O: –¿Te has planteado que con el rodaje de la función, el texto se va acoplando y al paso de las
representaciones, varía tanto que habría que editar un libro nuevo?
P.Á: –¡Claro, soy editor! Y además conozco las famosas “morcillas”.
En estos momentos, Pablo Álvarez está en proceso de realización de dos largometrajes
documentales: Literatas, sobre las mujeres en el mundo de la edición y, La
niña eterna, una mirada a la vida y obra de la escritora Ana María Matute.
Motivado,
curiosamente por la crisis, nace la idea de reírnos de ella. Hay algo que quizá
se nos pasa y es la imaginación que algunas personas por necesidad le están
poniendo a su día a día para salir adelante. De ahí nace la idea inicial de la
historia. Se están creando nuevas maneras de subsistir, desde casa la mayoría
de veces, nuevos negocios, negocios caseros. Y a partir de esa premisa, creí
interesante dar voz a personajes muy descarados. Habitualmente no decimos lo
que pensamos. David, Maribel, Laura y Toni, los protagonistas, sí. Dicen lo que piensan, no lo que se espera que digan. Son capaces de ser políticamente
incorrectos y ahí debe residir el humor de la obra, en lo chocante que es ser
sincero en una sociedad “podrida e hipócrita”.
También el humor reside en las
situaciones extremas que viven. Las relaciones familiares, laborales, cómo nos
comportamos con los inmigrantes y una cruel critica al sistema son algunos de
los elementos que quise manejar para dar vida a este texto. También el sexo, el
sexo como protagonista tiene una participación importante, el sexo mueve montañas,
sentimientos, y a la mayoría de las personas les preocupa notablemente. Por eso
en la obra se habla de sexo claramente y el sexo tiene también un componente de
final feliz. Y los sueños: utilizando como metáfora El país de Nunca Jamás de
Peter Pan, se refleja el poder, la necesidad y el deber, aún en las peores
circunstancias, que tenemos por no dejar de soñar.
Pablo Álvarez
¿Y tú, qué serías capaz de hacer por dinero?
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