Natalia Dicenta: actriz, cantante, presentadora, artista. Sólo le falta ser escritora
para tenerlo todo. Estos son los diferentes colores de una mujer polifacética que
se pone el mundo por montera y no se amilana ante nada –aunque el momento que
le haya tocado vivir esté inmerso en una crisis mundial–, pues todo aquello que
se propone consigue sacarlo adelante con éxito.
Y es que
aunque de casta le viene al galgo, ella ha demostrado por si misma ser capaz de
encarnar los más variados personajes de todos los tiempos: hace ya veinte
años que interpretó en teatro el papel de Stella en Un tranvía llamado Deseo –Tennessee Williams–, recibiendo de
sus compañeros de profesión el premio Unión de actores 1993, como mejor
actriz del año, cuando todos teníamos en mente la maravillosa actuación de la
actriz Al final del arco iris y no nos defraudó,
consiguiendo crear su propia “Estela”, en esa relación de verdad que tiene
Natalia con todos sus personajes. O su último trabajo, encarnando los últimos días
de Judy Garland en el musical , donde demostró una maestría que no tiene nada que envidiar a su homóloga británica Tracie Bennett.
Esta
madrileña de mediana edad lleva toda la vida en los escenarios, se puede decir
que prácticamente se crió allí y además le acompaña un talento innato.
Natalia
Dicenta son de esas actrices que te enamoran cuando las ves actuar, porque se adentra
tanto en su papel, que consigue ir más allá de la simple interpretación,
llegando incluso a convertirse en el personaje que interpreta.
Además tiene
un don especial para la música –con mucho trabajo de clases y ensayos detrás–,
pues el oído es un sentido muy desarrollado en la actriz / cantante Natalia
Dicenta, de hecho cuando canta en inglés podrían confundirla con cualquier artista
internacional. Muchos han llegado a compararla con la voz de la gran Billie Holiday.
Y es que Natalia tiene un gusto especial
para interpretar la música, siempre acompañada con los arreglos y dirección
musical de Vicente Borland –pianista panameño que comenzó su trayectoria musical
en su país y a mediados de los años 70 se trasladó a España, convirtiéndose en
una figura muy solicitada–. Vicente crea y adapta todo tipo de versiones de los
clásicos del Jazz, blues, etc. que Natalia consigue personalizar y con ello seducir
a su público.
El próximo martes 5 de noviembre a las 21h en el teatro Bellas Artes de Madrid, será el
concierto presentación del primer trabajo discográfico de la artista. –Ya que
el disco del musical Al final del arco iris nunca se
llego a editar a pesar de estar grabado en su totalidad. Desde aquí apelamos a
la inteligencia del productor de la obra, para que en un futuro no muy lejano,
podamos disfrutar de esas canciones tan conocidas y nos fundamos en el recuerdo
de Judy con la voz de Natalia–.
Como nadie es profeta en su tierra, han
tenido que pasar muchos años para poder disfrutar de un disco de esta artista que
si hubiera sido natural de EEUU habría nacido una estrella.
Desde aquí auguramos un prometedor futuro a esta polifacética mujer.
Muchos éxitos para
Natalia Dicenta.
Podéis seguir
a Natalia en las redes sociales:
¿Piensas que los artistas
españoles tienen más difícil demostrar su valía que los Norteamericanos?
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