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lunes, 3 de febrero de 2014

EL TREN DE LA LIBERTAD




Arrancado por la Tertulia Feminista Les Comadres y Mujeres por la Igualdad de Barreros, El tren de la libertad partió el pasado viernes 31 de enero del 2014 desde Gijón (Asturias) tras recoger a montones de mujeres en Oviedo, Mieres y Pola de Lena, con el fin de pedir al gobierno que el Ministro Gallardón no toque ni retoque la Ley de Reproducción Sexual e Interrupción voluntaria del Embarazo del 2010, es decir, la que aún está vigente.
Después hizo escala en León, donde la policía impidió que las mujeres de allí se acercaran a saludar a las compañeras del tren. Sin embargo en el paso por Palencia hubo un caluroso recibimiento y en Valladolid descendieron del tren todas las manifestantes para unirse en un acto reivindicativo y simbólico con la marea violeta Vallisoletana. Sin haberlo previsto coincidieron en esta ciudad con la convención nacional que celebraba el partido Popular, en la que el ministro Alberto Ruiz Gallardón hablando de su anteproyecto de Ley para la Protección de la vida del concebido y de derechos de la embarazada, anunció: “Tenéis mi compromiso personal que no habrá ni un grito ni ningún insulto que a este ministro le vaya a hacer abdicar del compromiso de cumplir el programa de regular los derechos de las mujeres y del concebido”, refiriéndose a este anteproyecto donde permitiría el aborto solo en casos de violación –como si únicamente le importara la vida del no-nacido en las relaciones consentidas y además excluye a las mujeres que hubieran decidido no denunciar su violación– o riesgo grave para la salud física o psicológica de la mujer. Y en este último, el proceso sería el siguiente: “La mujer que se acoge al supuesto de grave peligro para su vida o su salud psíquica, debe reunir dos informes médicos que acrediten el daño que supondría seguir con la gestación; después recibirá una información verbal sobre las consecuencias médicas de la intervención y el médico tendrá que certificar con su firma que ha proporcionado estos datos. A continuación, la mujer será informada por los servicios sociales sobre las ayudas a la maternidad. Cuando haya pasado por todas estas fases, se iniciará un periodo mínimo de siete días antes de proceder al aborto”. –Como si las mujeres necesitaran que dos hombres se pusieran de acuerdo en determinar si son aptas para ser madres o no, no pudiendo ellas mismas ser suficientemente maduras como para decidir lo que más les conviene y por tanto tener obligación de estar tuteladas–. Teniendo en cuenta que el embarazo es un periodo contrarreloj y que cuando te enteras que estás embarazada han pasado como mínimo cuatro semanas desde la última menstruación, hasta que transcurre todo este periplo de espera y certificaciones, probablemente se haya caducado el plazo límite para interrumpir el embarazo y la mujer aunque obtenga el certificado médico ya no pueda abortar.

No dispuestas a aceptar que nadie decida por el futuro de las mujeres sino ellas mismas, El Tren De La Libertad continuó su viaje a la mañana siguiente; el sábado 1 de febrero del 2014 –que ya se ha convertido en fecha representativa de la historia del feminismo en España–, camino de Madrid para juntarse en la estación de Atocha con otros trenes y autobuses de mujeres que procedían de Valladolid, Alicante, Vigo, Barcelona, Huelva, Sevilla, etc., e incluso Francia. Sobre todo eran mujeres, pero también había muchos hombres, de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Galicia, País Vasco…, a los que se sumaron todo tipo de acciones y diferentes actos de solidaridad con la protesta española en países como Francia, Inglaterra, Italia, Bélgica, República Dominicana, Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina…



La asturiana Begoña Piñero, una de las precursoras de la marcha y presidenta de la Tertulia Feminista Les Comadres, entregó junto a una delegación de 15 mujeres el manifiesto Yo decido en el Congreso de los Diputados.
Un escrito en firme donde queda bien claro que la mujeres no van a permitir que se recorten sus derechos fundamentales.
A la llegada del Tren de la Libertad a la estación de Atocha estaban esperándoles miles de mujeres pertenecientes a cientos de asociaciones españolas y extranjeras: Mujeres jóvenes de España, Mujeres Masonas, Ddeser: Red por los derechos sexuales y reproductivos en México, Guadalajara: Decidir nos hace libres, Asociación de estudiantes de L´Hospitalet, Plataforma por los derechos de las mujeres de Palencia, PDNLH de Valdemoro, Asociación clásicas y modernas, CIMA Mujeres cineastas, Mujeres rurales, Mujeres violadas, Asociación de mujeres separadas y divorciadas, Mujeres Africanas, Mujeres Argentinas, Mujeres de Guatemala, Hello ASSO Mujeres Francesas, Mujeres Ecuatorianas, Asociación de Lesbianas, Gays y Transexuales de la Universidad Complutense y Politécnica de Madrid, Mujeres de Fuenlabrada, Asociación de hombres por la igualdad de género…
Tras la multitudinaria manifestación que acompañó a las impulsoras hasta Las Cortes donde consiguieron entregar el manifiesto, traspasando las tanquetas de antidisturbios y vallas de dos metros que cercaban El Congreso de los diputados, como si policías y políticos tuvieran miedo a la Rebelión de las esclavas. Y mientras se esperaba su salida del recinto, volvían a ser válidas las mismas consignas que tanto se oyeron en los años setenta y ochenta como: Nosotras parimos, nosotras decidimos o Fuera el aborto del Código Penal. Que se  intercalaban con cánticos más modernos como: "Qué pena me da, qué pena me da, que las madres de Rajoy y Gallardón, no pudieran abortar", o "Soy Fulana, soy mengana y hago con mi cuerpo lo que me da la gana". Neptuno a rebosar de miles de personas portando pancartas feministas y banderas asturianas.


Tras la manifestación se desarrolló una asamblea en el Teatro Lope de Vega donde se dieron cita una representación de todas esas asociaciones que duró hasta bien entrada la tarde y donde se intercalaron discursos feministas con la lectura del manifiesto y los cánticos y bailes por parte de las mujeres de Fuenlabrada, que nos hicieron retener la emoción en nuestras gargantas.
Todo el trayecto del tren, la manifestación y la asamblea fue rodado en video por las directoras, productoras, escritoras, actrices y artistas en general de CIMA asociación de mujeres del cine, que van a sacar adelante El Tren de la Libertad; La Película. Esperamos verla pronto terminada y que ya no la necesitemos para hacer presión con ella, porque hayamos conseguido parar este anticonstitucional anteproyecto de Ley que nos relega a las mujeres, a la minoría de edad y a la ciudadanía de segunda categoría.

Otra película que recomiendo ver para entender cómo procesan algunos adolescentes con respecto a la vida, la sexualidad y el aborto, es: “Ártico” del salmantino Gabriel Velázquez, en la que se muestra la durísima realidad sobre cómo vive la juventud en familias desestructuradas sin educación ni cultura.
Imprescindible la educación sexual de género, para que las mujeres aprendamos a disfrutar de nuestra sexualidad y seamos libres para poder elegir lo que queramos hacer con nuestro cuerpo. 

Sólo han pasado unos días y la marea violeta ya se ha convertido en un tsunami. Las mujeres no necesitemos estar tuteladas. Las mujeres tenemos la misma capacidad de decisión que cualquier otro ciudadano libre, y por tanto podemos y debemos elegir cómo queremos que sea nuestro futuro y además tenemos el derecho irrenunciable a decidir lo que hacer con nuestro propio cuerpo, libremente y sin estar coaccionadas por nada ni por nadie. Porque a ninguna mujer se le puede obligar ni a abortar, ni a ser madre y porque las opiniones de algunos no pueden convertirse en ley. La salud de las mujeres nos importan y no queremos volver a la clandestinidad abortando en condiciones de insalubridad y por tanto exigimos a nuestro gobierno:
¡ABORTO LIBRE, GRATUITO Y POR LA SEGURIDAD SOCIAL!

“Decidir es un derecho. Queremos ser Madres y padres libresAnticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir, libertad para decidir”.



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