Hoy voy a
recomendar un libro que hace semanas me regaló un amigo: Es la Biblia de cabecera
de Almodóvar –me dijo–, léetelo, te vendrá bien. Lo hice y me vino de
maravilla.
Se trata de
un taller de creatividad, no sólo para artistas de todas las disciplinas, sino
para todas aquellas personas que les hubiera encantado dedicarse al arte y
nunca se atrevieron, lo que Julia Cameron –su autora– denomina: Artistas en la
sombra; aquellos que son capaces de apoyar o incluso subvencionar –como en el
caso de los mecenas–, la carrera de una persona creativa, y sin embargo no se permiten
a si mismos dedicar su propio tiempo y dinero a promocionar al creador que
llevan dentro.
No nos vamos
a engañar, es un libro de autoayuda. Y esto lo quiero dejar bien claro
porque hay muchas personas que este término les irrita, y se negarían a leerlo
por el simple hecho que aparezca la dichosa palabrita. Como si les diera miedo
ayudarse, o profundizar en su propia personalidad. El caso es que esta gente arremete
contra ti en cuanto te oyen decir: autoayuda. Me pregunto
si se comportan igual al escuchar la palabra: autodestrucción, o si por el
contrario les genera morbo conocer gente que esté catalogada como autodestructiva,
o incluso a ellos mismos les gustaría ponerse esa etiqueta. Quizá deberíamos ahondar
en nuestro ser y revisarnos un poco, para entender de donde viene ese
sentimiento tan autodestructivo.
Reconozco que
me interesa mucho el conocimiento del mundo interior y todo lo que sucede en la
mente humana. A lo mejor tiene que ver con que, de los diecisiete a los veinte
años estuve trabajando en la consulta de un psiquiatra y por consiguiente pasé
parte de mi adolescencia conviviendo con todo tipo de enfermedades mentales como:
esquizofrenias, psicopatías, neurosis, etc. Y eso me llevó a entender un poco mejor
los diferentes procesos mentales de cada ser humano al enfrentarse a un mismo
hecho.
Me considero
una persona autodidacta, pues cualquier cosa que me ha interesado en el
transcurso de mi vida, lo he aprendido en los libros. Desde cómo pintar al óleo
hasta echar las cartas del tarot. En lugar de buscar ayuda externa, cuando
tengo alguna inquietud, me compro un libro y me ilustro. Quizá por ese motivo
soy la gran defensora de los libros de autoayuda, ya que a mí siempre me han
funcionado muy bien. Por ejemplo: durante más de veinte años estuve fumando dos
cajetillas diarias de cigarrillos y cuando leí un libro para dejar de fumar, lo
hice radicalmente.
El caso es
que cuando terminé de leer El Camino del Artista, me invadió
una necesidad tremenda de hacer el taller que su autora proponía en ese libro. doce
semanas dedicadas a ti y a tu creatividad, como una especie de terapia pero sin
psicólogo, tan sólo con la ayuda de sus páginas. Empecé a leerlo nuevamente
pero esta vez haciendo los ejercicios que Julia iba sugiriendo semana tras
semana. Entre todos ellos, hay dos básicos ineludibles que se deben mantener de
por vida, creando un nuevo hábito de conducta. Que son: Las páginas matutinas
y la cita con el artista.
Las páginas
matutinas es lo que se llama escritura automática, es decir que cada
mañana cuando te despiertas, coges lápiz y papel y empiezas a escribir en tres
hojas todo lo que pasa por tu mente, sin autocensura, sin fijarte en la ortografía
ni en la gramática, simplemente traspasando al papel todo lo que sale de tu psique
sin filtrar. El espacio de tiempo que existe entre el sueño y la vigilia, es cuando
empiezan a brotar de tu intelecto un montón de ideas, que si no sacas a la superficie
se quedarán enquistadas en tu mente y seguirás dándole vueltas a lo mismo una y
otra vez. Y aunque lo aparques en un lugar recóndito de tu cerebro porque no te
parece relevante, eso no significa que no esté ocupando espacio en tu disco
duro, y a la vez esté condicionando a tu manera de pensar –la mayoría de las veces negativa y
autodestructiva– hasta influir en todo lo que vayas haciendo durante el día. Escribiéndolos
estarás eliminando esos pensamientos negativos y por consiguiente empezando
cada día con la mente libre de impurezas.
El segundo ejercicio ineludible es: La
cita con el artista. Has de quedar una vez a la semana con el creador que
llevas dentro, para que le des permiso a salir. Eso quiere decir que al menos
durante dos horas cada semana tendrás que decidir cómo alimentar a tu artista,
llevándole a algún lugar donde se sienta bien y que habitualmente no le
permites por parecerte prescindible. Es decir has de obligarte a estar contigo
mismo dándote aquellos mimos y caprichos que te mereces y que ayudan a emerger
a tu alma creadora. Tendrás que ir solo al cine, a una exposición, a dar un paseo…
cualquier cosa que te haga sentir bien y a la vez estés alimentando a tu fuente
creativa.
Todas estas
actividades que nos propone Julia Cameron, no son más que una responsabilidad
contigo mismo y a la que tú sólo te obligas. Si eres una persona abierta de
mente y practicas lo que lees ¿qué mal te puede hacer?
Qué interesante tu reflexión sobre la palabra autoayuda. Yo no tengo problemas, aunque conozco gente a la que le da cierto reparo o simplemente detesta esta palabra.
ResponderEliminarSuele ocurrir. Yo creo que lo importante es reflexionar el porqué, antes de decir que detestas algo.
ResponderEliminar¡Cest la vie!
Inspirador lo que cuentas... Habrá que darse una vuelta por esos caminos de creatividad que propones. Yo también me he hecho terapia personalizada en determinados momentos de mi vida con libros (Como 'Tus zonas erróneas' o 'Inteligencia emocional') que me han ayudado a crecer, a manejar mejor mis emociones y me han proporcionado herramientas de las que me siento super orgullosa. Para mí, lo sospechoso sería permanecer estancados, sin evolucionar. Las personas comprometidas con su crecimiento personal tienen mucho que aportar a quienes les rodean.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo contigo. De hecho yo también leí "Tus zonas erróneas" y la "Inteligencia emocional". Pues nada, a seguir evolucionando. Besos.
ResponderEliminarA las personas que nos "ayudamos" a evolucionar, aprender, haciendo talleres... autodidactas... yo las llamo "guerrer@s solitari@s. Y como en todo, hay "autoayuda basura y autoayuda de calidad. La gracia está en distinguirlo. Abrazos,
ResponderEliminarUna guerrera solitaria
Pues sigamos en la lucha diaria entonces.De
Eliminaruna guerrera solitaria a otra.
A mí recién me llego a mis manos y pienso hacer los ejercicios para desbloquear mi creatividad, que por cierto trabajo mucho con ella, pero creo me vendrá muy bien.
ResponderEliminar