ALQUIMIA de Alberto Rionda
Los antiguos pintaban la
providencia bajo la figura de una mujer venerable, ya muy entrada en edad,
teniendo en una mano el cuerno de la abundancia y en la otra, una vara con que
marcaba un globo, que representaba el mundo en el cual tenía fija su vista.
Este tipo de hembra es en la que soñó convertirse
Esther Penélope, –diseñadora de la marca de ropa, Divina Providencia–. Ella se
inventa a una mujer viajera, en busca de su destino, dispuesta a jugar con
texturas, colores, y a experimentar como en la vida. Y es a ese tipo de señora a
la que Esther decide vestir y serle fiel.
Pues al igual que la Divina Providencia actúa como
un verdadero personaje influenciando los eventos, Esther Penélope y su socio Joaquín
Villena –que lleva la gestión empresarial de la firma–, han creado esta marca
de ropa totalmente “made in spain”. Una empresa de la que puedes estar seguro
que en su elaboración no hay obreros esclavizados, ni menores trabajando de sol
a sol, sino un grupo de profesionales que aman su oficio y que le dedican todo
su tiempo y energía, porque un día soñaron que era posible. Y como a todos los
que se arriesgan en la vida, su sueño se cumplió y ya llevan 16 años
funcionando con un almacén y dos tiendas en la capital de España: una en la
calle Fuencarral 42 y la otra en la de Hermosilla 36, en Madrid, para poder llegar a
todo tipo de público.
Estos modernos creadores, apuestan por los buenos
tejidos con diseños divertidos y con un único leitmotiv: Un corazón rosa con alas y corona que se ha convertido
en el logotipo de la empresa y en los colores corporativos.
Ahora la firma Divina Providencia, ha entrado en el
Show room de la Academia de Cine de España. Y este sábado 6
de febrero varias actrices –entre las que me incluyo– luciremos diferentes diseños
de esta marca en la gala de los Premios Goya 2016.
Divina Providencia nace en Madrid en 1999 de la mano
de Esther Penélope y Joaquín Villena, ambos autodidactas.
Esther cuando era niña, fantaseaba con lo que le
gustaría ser de mayor y de pronto le vino a la mente un corazón rosa, volando
con alas de ángel, y una corona. Buscó interpretación a ese sueño y se dio
cuenta que las alas eran el motor de la imaginación que le iban a permitir alcanzar
cualquier objetivo, por complicado que pareciera. Así que grabó en su mente la frase: “Bate tus alas
y elévate, busca tu imaginación y deja que te acompañe siempre”.
El color rosa significa la pasión por innovar en cada momento.
Indicativo de esa energía que genera la ilusión de crear siempre cosas nuevas.
Y la corona sirve para vencer a los miedos y adversidades del camino.
“Si te pones esta corona, jamás tendrás miedo a perseguir tu sueño”.
Aparte de sus colecciones habituales –un tanto
desenfadadas–, también se encarga de diseñar moda para eventos, pues viste a
muchas celebrities.
Al realizar toda su producción y fabricación en
España, les ha obligado a renunciar a tener beneficios desmesurados por una
prenda. De esta manera se exigen ser siempre respetuosos y no engañar nunca a
su clientela.
Tanto es así, que las prendas de la colección que llegan al periodo de
rebajas, muchas veces no obtienen beneficio y el precio final, sólo sirve para recuperar
el coste.
Además de sus dos tiendas y de los diferentes eventos en los que
participa, Divina Providencia también se ha hecho un lugar en las grandes pasarelas
con otros diseñadores internacionales.
Ahora en los Teatros Luchana, está vistiendo a MISS TUPPER SEX, y a la encargada del merchandising,
y es que esta firma no se amilana ante nada porque tiene la energía del corazón
rosa.
¿Crees que lo tienen fácil los nuevos diseñadores?
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