Durante
la Segunda Guerra Mundial, en el año 1942, los Países Aliados se prepararon
para restablecer sus sistemas educativos en cuanto terminara la guerra. En el
Reino Unido se iniciaban conversaciones y 37 países europeos decidieron crear una
conferencia de las Naciones Unidas para temas de educación y cultura. El 16 de
noviembre de 1945 fundaron Unesco (United Nations Educational, Scientific and
Cultural Organization). Un año más tarde, veinte estados la ratificaron (Arabia
Saudita, Australia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia (República Checa y
Eslovaquia), China, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos de América, Francia,
Grecia, India, Líbano, México, Noruega, Nueva Zelanda, República Dominicana,
Reino Unido, Sudáfrica y Turquía). Pocos días después se inició la primera Conferencia
General de la Unesco en París. Según se fueron normalizando las relaciones
internacionales rotas por la Segunda Guerra Mundial, más países se fueron incorporando
a Unesco: España entró en 1953.
Un
sub-comité sobre las Artes y las Letras formado por escritores, escritoras y dramaturgos
distinguidos, se reunió en su primera Conferencia General decidiendo crear una
asociación apolítica, no comercial para las artes teatrales en la que artistas
de teatro y administradores de todos los países elaboraran un programa práctico,
para facilitar el intercambio y la circulación de obras, guiones, información de
teatro, compañías escénicas y artistas jóvenes.
En 1948 en Praga, por iniciativa de la UNESCO y un grupo de expertos
internacionales del teatro y la danza, organizaron un Congreso Mundial donde se
creó el ITI (Instituto Internacional de Teatro), con 12 centros en
funcionamiento: Austria, Bélgica, Brasil, Chile, China, Checoslovaquia,
Francia, Italia, Polonia, Suiza, Reino Unido y EE.UU. Tenían unos objetivos muy
claros:
1. Promover el intercambio internacional de conocimientos y
práctica en el ámbito de las artes escénicas.
2. Estimular la creación y aumentar la cooperación entre la
gente de teatro.
3. Aumentar la conciencia pública sobre la necesidad de
tomar en consideración la creación artística en el ámbito de Desarrollo.
4. Profundizar el entendimiento mutuo y contribuir a la
consolidación de la paz y la amistad entre los pueblos.
5. Participar en la defensa de los ideales y objetivos de la
UNESCO.
6. Luchar contra todas las formas de racismo o
discriminación social y política.
Y con
unos valores fundamentales:
· Utilizar el poder de las Artes Escénicas como constructor
de puentes indispensables para la comprensión mutua y la paz.
· Apoyar y poner de relieve el profundo discurso que tiene
lugar en nuestros escenarios.
· Centrarse en la creación artística y abogar por la
práctica de las Artes Escénicas en todos los niveles: político, cultural,
educativo, social…
· Alentar la transferencia de conocimiento y la investigación
en las Artes Escénicas.
· Ayudar a los profesionales de las artes a compartir ideas
y construir conexiones entre sí.
· Nutrir, desarrollar y conectar profesionales
internacionales de las Artes Escénicas.
· Facilitar la comunicación uno-a-uno entre centros y
fomentar proyectos activos entre países.
· Reconocer el legado de las formas tradicionales de
trabajo y abrazar la innovación.
· Apoyar a través de su red de protección y promoción de la
diversidad cultural y la identidad dentro de las Artes Escénicas.
En la
ciudad de Helsinki el día 27 de marzo de 1961 el Instituto Internacional del
Teatro (ITI) decidió organizar una jornada a nivel internacional para celebrar las
Artes Escénicas. Los miembros del ITI, apoyados sobre todo por los países
nórdicos, decidieron iniciar esta tradición ese mismo día, el 27 de marzo. Ya
que era cuando se daba inicio la temporada teatral en el Teatro de las Naciones
de París, que se venía celebrando desde 1954 y en el que se pretendía lograr
una cierta comunión entre países tras el fin de la II Guerra Mundial y la
reconstrucción europea.
A
partir del año siguiente, en 1962 y hasta ahora ininterrumpidamente, se ha
contado con una figura de reconocido prestigio que es invitada a compartir sus
reflexiones sobre el teatro y la paz. Un mensaje que desde la ITI y la UNESCO
consideran fundamental. Este mensaje es leído antes de los actos del Día
Mundial del Teatro en cientos de teatros alrededor del mundo, siendo traducido
a más de veinte idiomas.
Varios eventos teatrales nacionales e
internacionales son organizados para conmemorar esta ocasión, pero uno de los
más importantes es la circulación de este mensaje. En 2015 ha sido el mensaje
número 53 desde que empezaron a celebrarlo.
“El teatro tiene el poder de mover, inspirar,
transformar y educar de una manera que ninguna otra forma de arte puede. El teatro
refleja la extraordinaria diversidad de culturas y nuestra condición humana
común, en toda su vulnerabilidad y fuerza”.
Irina Bokova, Directora
General de la UNESCO
(con motivo del 50
aniversario del Día Mundial del Teatro).
Aquí os dejo el
comunicado que este año el ITI pidió escribir al director de teatro polaco Krzysztof Warlikowski para conmemorar el día mundial del teatro 2015.
“Los verdaderos
maestros del teatro son los más fáciles de encontrar lejos del escenario. Y por
lo general, no tienen interés en el teatro como una máquina para la replicación
de convenciones y reproducción de clichés. Ellos buscan la fuente pulsante, las
corrientes de vida que tienden a pasar por alto las salas de espectáculos y la
multitud de personas empeñadas en copiar algún mundo u otro. Copiamos en lugar
de crear mundos que están enfocados o incluso dependientes de debate con el
público, sobre las emociones que se hinchan por debajo de la superficie. Y en
realidad no hay nada que pueda revelar las pasiones ocultas mejor que el
teatro.
Muy a menudo me dirijo a la prosa de orientación. Día
tras día me encuentro pensando en los escritores que hace casi cien años
describen proféticamente sino también serenamente el declive de los dioses
europeos, el crepúsculo que sumió a nuestra civilización en una oscuridad que
aún no se ha iluminado. Estoy pensando en Franz Kafka, Thomas Mann y Marcel
Proust. Hoy me gustaría también contar con John Maxwell Coetzee entre ese grupo
de profetas.
Su sentido común del inevitable fin del mundo -no del
planeta-, sino del modelo de las relaciones entre humanos y del orden social y
la agitación, es conmovedoramente actual para nosotros aquí y ahora. Para
nosotros que vivíamos conformes al fin del mundo. ¿Quién vive en la cara de los
delitos y conflictos que diariamente nacen en nuevos lugares más rápido incluso
que los medios de comunicación ubicuos pueden mantenerse al día? Estos
incendios crecen rápidamente aburridos y desaparecen de los informes de prensa,
para no volver. Y nos sentimos desamparados, horrorizado y cercados. Ya no
somos capaces de construir torres y los muros que construimos tercamente no nos
protegen de cualquier cosa, por el contrario, ellos mismos exigen protección y
el cuidado que consume una gran parte de nuestra energía de la vida. Ya no
tenemos la fuerza para tratar de vislumbrar lo que hay más allá de la puerta,
detrás de la pared. Y es por eso exactamente por qué el teatro debe existir y
donde debe buscar su fuerza. Para mirar dentro buscamos lo que está prohibido.
La leyenda trata de explicar lo que no se puede explicar.
Debido a que se basa en la verdad, que debe terminar en lo inexplicable",
así es cómo Kafka describe la transformación de la leyenda de Prometeo. Estoy
convencido de que las mismas palabras deben describir el teatro. Y es esa clase
de teatro, el que se basa en la verdad y que encuentra su fin en lo
inexplicable es lo que deseo para todos sus trabajadores, los del escenario y
los de la audiencia, lo deseo que con todo mi corazón."
¿PIENSAS
QUE EL TEATRO REMUEVE CONCIENCIAS?
No hay comentarios:
Publicar un comentario